La zona metropolitana del estado de Puebla, en especial la capital, San Andrés y San Pedro Cholula, poseen la oferta cultural y de entretenimiento para convertirse en ciudades Gay Friendly, de acuerdo con la dirección de turismo municipal, a cargo de Alejandro Cañedo Priesca, quien comentó que la afluencia de turistas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT)podría generar una importante derrama económica.
Recientemente se dio a conocer que el Movimiento Nacional de Diversidad Sexual busca presentar una iniciativa al Congreso del Estado para que estas tres ciudades obtengan la denominación como Gay Friendly, el cual es un término utilizado mundialmente para referirse a lugares, políticas, personas o instituciones que buscan crear un ambiente amigable hacia las personas LGBT.
Este concepto ya es acuñado en el Distrito Federal, Puerto Vallarta, Acapulco, Playa del Carmen y Cancún. A nivel mundial, las ciudades más reconocidas por ser amigables con la comunidad LGBT son San Francisco, Estados Unidos; Ámsterdam, Holanda; Buenos Aires, Argentina; Toronto, Canadá; Madrid, España; París, Francia; Río de Janeiro, Brasil; Londres, Inglaterra; Milán, Italia y Sydney, Australia.
Datos de Andrés Chacón Ságayo, secretario general del Movimiento Nacional de Diversidad Sexual, arrojan que alrededor de dos mil visitantes llegan al mes a Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula, derivados de este sector poblacional.
DF se consolida como destino Gay Friendly
Desde la administración encabezada por Marcelo Ebrard, la Ciudad de México ha impulsado una serie de acciones para detonar el turismo en este sector, y las cifras se han visto reflejadas de manera sorprendente.
Un reporte de Sectur-DF indica que los visitantes en esta categoría consumen 67 por ciento más que los heterosexuales, ya que compran artículos de calidad y optan por hospedarse en hoteles de lujo.
Por poner un ejemplo, en 2011 se reportó a nivel nacional 5 millones de clientes que gastaron alrededor de 8 mil millones de dólares en turismo gay. En otras partes del mundo, la afluencia de estos visitantes genera alrededor de 180 millones de dólares, en sus propios gastos, así como de amigos y familias.
Hoy en día el DF tiene una oficina especializada para atender al turismo gay y pertenece a la International Gay and Lesbian Travel Association (LGLTA), además de que en el país más de la mitad de la población reconoce y defiende los derechos de los homosexuales; mientras que solo un 30% están en desacuerdo.
Turista LGBT, con alto nivel adquisitivo y académico
Alejandro Cañedo señaló que los miembros LGBT suelen tener un ingreso superior e incluso cuentan con grados académicos elevados. De la misma forma, Brahim Zamora, promotor y activista de la diversidad sexual, comentó que este tipo de turistas suele tener edad que oscila entre 30 a 35 años, edades en las cuales ya poseen independencia económica y por ende tienen a gastar más en viajes y diversión.
Cañedo explicó que se les daría la bienvenida con los atractivos que ya posee la zona metropolitana, “pues no hay que diferenciarlos, sino más bien atenderlos”.
“Lo que hay que hacer es ser tolerantes ante cualquier turista, sin importar su preferencia sexual o de credo, hay que atenderlos como lo que son, personas”, dijo.
En ese mismo sentido, Brahim Zamora acotó que ya existen grupos especializados en ecoturismo y senderismo para la comunidad LGTB que busque viajar al estado de Puebla. Además, los fines de semana la capital y “las cholulas” cuentan con una atractiva oferta nocturna, en antros y bares.
Zamora recomendó sitios como Francos, La Cigarra, Zuntra, y por supuesto Garotos, lugar donde se presenta con su show travesti “La famosa Cucusa”.
Denominación debe ir acompañada por una política pública anti discriminación
Crímenes de odio, discriminación, despidos injustificados y demás vejaciones son las que sufren diariamente los integrantes de la comunidad LGBT. Para Brahim Zamora, el estado aún no cuenta con los esquemas necesarios para ser una ciudad amigable con este sector; sin embargo, considera que puede resultar siempre y cuando venga acompañada de una política pública que garantice la seguridad y el respeto.
“Este ejercicio debe ir acompañado de una política pública para evitar la discriminación (…) no debe presentarse una denominación hasta que no existan ciertos indicadores que nos permitan detectar si la región está calificada para ser altamente tolerante”, advirtió.
Todavía -sopesó- hay que analizar si “las buenas costumbres poblanas” soportarán ver a dos gays en antros estándares exponiendo abiertamente su amor o incluso si estarán preparados para ver como cada año, por la Marcha del Orgullo Gay, decenas de parejas caminan por el zócalo tomados de la mano.
Fuente: Enewspaper/SexenioPUE
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